Recién ahora y cuando ya pasaron algunos meses, puedo ver con un poco de humor lo mal que la estaba pasando; padecer hipertiroidismo que al no ser tratada se transformó en tiroiditis autoinmune realmente fué un calvario, pero la verdad es que estoy VIVA y con un montón de proyectos para el futuro.
Ahora puedo contar esa versión de la historia y como uno realmente llega a creer que puede ser hipocondríaco, pisando la línea de la locura; por suerte no termine en el Moyano, por suerte?? para quién??? para los demás o para mí; que nunca baje los brazos y continúe con el peregrinar médico hasta que alguién de casualidad me dió una mano.
La historia es más o menos así.....
Los fantasmas!!!!!
Tengo la casa llena de fantasmas, que me persiguen y acompañan durante todo el día; no puedo dar cuenta del momento exacto en que se mudaron conmigo, solo sé que están ahí y vuelven mi vida un calvario, no puedo decir que escucho voces por que eso y declarar abiertamente de que estoy loca es prácticamente lo mismo. No logro que nada me conforme, varias veces al día tengo la sensación de que las paredes se van achicando dentro de la casa y eso provoca que mi corazón comience a latir de manera acelerada, no puedo respirar, me duele el pecho; siento como si me aplastara una enorme piedra.
La sensación es realmente horrible, tengo taquicardia, hay momentos donde creo que mi corazón abandona mi cuerpo y corre alocadamente por toda la casa; me agito al limpiar, siento cierta inestabilidad muscular que no me permite mantener mucho tiempo en pie o bajar escaleras; hoy descubrí los cambios en mi escritura, la misma se volvió tan fea e incomprensible, que no la reconozco como propia, además de estoy acelerada al máximo y en todo momento, hablo a mil y muchas veces no comprendo lo que digo, no puedo mantener una línea de razonamiento, estoy muy dispersa y además me domina un estado de alerta y nerviosismo.
Abandone la idea de buscar ayuda médica, me canse de que me miren con cara rara, esto se esta volviendo un circulo donde solo siento que soy la única perjudicada, por que ellos no encuentran nada y yo sigo sintiéndome mal. Pase por las manos de unos cuantos profesionales; cuando comence a notar que el doc en el que yo confiaba no encontraba nada, me decidí a buscar ayuda psicológica, eso si, antes tuve que pasar por la entrevista con el psiquiatra, que resulto estar más loca que yo; una pastillita para la calle Alem por favor!!!!!!!! jajaja.
Está decidido, solo voy a concurrir a la consulta con el especialista en fertilidad, de a poco voy abrazando la idea de que todo este malestar es psicológico y que solo se va a ir cuando encare algún intento.
Por fin llego el día de la consulta, llegamos muy temprano con el flaco, dividimos las tareas; él se queda en la planta baja y espera en la fila para poder comprar los bonos, yo subo todos esos escalones y llego con el corazón en un bolsillo, creo que se salió con el ímpetu con que busque el piso de fertilidad. Todavía falta un buen rato hasta que nos atienda la recepcionista y luego el médico
Si los médicos de las centros de fertilidad sabían que significaban las hormonas altas por que se callaron? Es en estas situaciones cuando uno toma conciencia del gran negocio que es el no poder tener hijos de modo natural, nos llevo 67 meses descubrir que MI tiroides no esta funcionando bien. Que invertimos mucho tiempo, lágrimas, desesperación y tristeza, y todo tipo de malos pensamientos, a parte de "ganarnos" la lástima de nuestros allegados; cuando con un poco de onda, podíamos tener un hijo de modo natural.
Creo que mi cuerpo esta algo gaga, debilidad muscular, tengo calor cuando hace frío y un poco de taquicardia; me molestan los temblores, también tuve ataques de ansiedad y creo que eso fue lo peor. Muchas veces me pregunto por que yo, y la respuesta es siempre la mismo, por que no.
LLevo más de un mes tomando la medicación y la verdad es que me siento bastante bien en relación a los ataques de ansiedad; pero para lograr tener esta estabilidad hay que tomar un medicamento muy fuerte, ahora tengo dolores articulares en hombros y muñecas que no me permiten mover los brazos y una alergia terrible en la piel, como si me hubiese quemado, el prurito es terrible, recién ahora comprendo la dermatitis del perro y el placer que siente cuando lo baño, uso todo tipo de placebo para calmar la urticaria, me duele la piel de tanto rascarme; pero voy a soportar hasta que se estabilice.
Esta historia continuará.......
Ante cualquier semenjanza con la realidad, no se asusten, NO corran al médico; sólo pidan una consulta con un buen Clínico, jajaja
miércoles, 20 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
Siempre de burro!!!
Hubo una vez un burro que llevaba una carga más pesada que la de ningún otro burro de la historia animal. El pobre traía sobre su lomo más cosas de las que podía soportar: cajas, valijas, barriles, paquetes, sogas y un estuche que guardaba su diploma de “burro de carga”. Como los caminos por los que debía andar eran muy pedregosos, el paso irregular del burro hacía aún más pesado su fardo. Todo el equipaje se movía como un flan cada vez que pisaba una piedrita o saltaba a un costado para evitar otra.
¿Adónde llevaba el burro semejante equipaje?. Nadie lo sabía a ciencia cierta, por que con tal peso y a tal paso, nunca llegaba a destino. Así que las viejas de la comarca tejían todo tipo de suposiciones.
-“Va a vender sus trastos a la ciudad”, decía una. Y la otra:
- “Debe ser el burro del mercachifle de la aldea”.
El caso es que una vez un caballo que pastaba en uno de los caminos se acercó al burro. ¡En lo que éste llevaba de vida era la primera vez que alguien se le acercaba!
Muy contento, el burro le habló al caballo con voz entrecortada por la agitación:
“¡Eh tú, hermano…!” Estas palabras no pudieron ser peor elegidas. El caballo se sintió ofendido por eso de “hermano”. ¿Cómo un burro de carga osaba llamarlo hermano a él?
Después de todo, era el caballo que había llevado sobre sus monturas de cuero repujado al príncipe de la comarca. El caballo le dijo esto, a lo que el burro contestó:
- “Caballo: es curioso que menciones al príncipe. Por que también yo trabajo para él. Si no llevo esta carga a su palacio seré castigado”.
Agotado como nunca el burro agotado se animó a pedirle un favor muy razonable:
- “¿Caballo, qué tal si, por el bien de la comarca y por lo tanto de ambos, te doy la mitad de mi carga? Llegaríamos más rápido al castillo que ya no está tan lejos. ¿Ves? Desde aquí se distingue el mirador. Para tus espaldas jóvenes no será gran cosa, y para las mías, viejas y cansadas, será un gran alivio librarme de la mitad “.
El caballo abrió la bocaza y dejó escapar de entre sus dientes una mezcla de relincho y risotada. Le dijo al burro:
- ¿Llevar YO la mitad de TU carga? YO no soy tu amigo. ¿Qué puede importarme que estés cansado?
El burro ya sin poder mover las patas le imploró con los ojos. Entonces, el cruel caballo le dijo:
- “A asno lerdo, arriero loco”, y le dio, con sus propias riendas, un sonoro latigazo en las ancas.
Esto fue demasiado para el pobre burro, que cayó desfallecido en medio del camino. Primero, el caballo lo miró sin impresión alguna. Pero se alarmó cuando los soldados, que desde el mirador lo habían visto todo se acercaron. Viendo al burro desmayado, cargaron el lomo del caballo con los paquetes. El caballo quiso protestar, pero el más rudo de los soldados le dio un latigazo en las ancas mientras le decía:
- “A asno lerdo, arriero loco”. Y el caballo tuvo que soportar la carga entera, así como también que lo llamaran asno.
Moraleja:
“La dejo a su criterio, jajaja
Me duele como se toma el tema de la infertilidad, con mi esposo no somos infértiles, solo tenemos un problema para poder engendrar un hijo de manera biológica y necesitamos toda la ayuda que nos pueda brindar la ciencia; pero también reconozco que dar ese primer paso es muy difícil.
Por eso esta etapa comienza con esta fábula en especial y no otra, por que en nuestra historia familiar nosotros somos el burro, con nuestra carga de dolor, tristeza, frustración, cansancio y esperanza...
Ante mi punto de vista, que es mío y particular, considero que la sociedad es la que es infértil, la que tiene el alma tan seca que no permite el crecimiento de nada, aquella que no permite una ley que reconozca que si no se puede engendrar hay una enfermedad; así sea física o del alma, si, esa que no tiene causa aparente. La mayoría de la gente no comprende todo lo que conlleva esta situación, como se dejan de hacer un montón de actividades para juntar ese dinero y destinarlo al “fondo económico pro-hijo”, entonces de manera hueca te sugieren que adoptes, como si esa fuera la solución a todos los males; pero cada ser humano que tiene la suerte de ser único e irrepetible puede decidir bajo que circunstancias adoptar o realizar algún tratamiento, eso igual sigue siendo una decisión muy personal.
(...)
Una vez alguien me pregunto por que las mujeres somos así, de esa manera. Por qué somos tan distintas y tan iguales... Por que podíamos seguir cuando ya no teníamos fuerzas. Y llegue a la conclusión que somos los seres más perfectos y a la vez imperfectos que existen, somos tenaces y perseverantes, dulces y al mismo tiempo amarga, podemos ser lo que queremos y luchamos por eso.
(...)
Podemos ser malabaristas y realizar un montón de cosas al mismo tiempo, podemos ser administradoras, enfermeras, secretarias, amantes, podemos ser todo o casi todo, pero muchas como yo, no podemos ser madres y eso por sobre todas las cosas nos vuelve luchadoras.
¿Adónde llevaba el burro semejante equipaje?. Nadie lo sabía a ciencia cierta, por que con tal peso y a tal paso, nunca llegaba a destino. Así que las viejas de la comarca tejían todo tipo de suposiciones.
-“Va a vender sus trastos a la ciudad”, decía una. Y la otra:
- “Debe ser el burro del mercachifle de la aldea”.
El caso es que una vez un caballo que pastaba en uno de los caminos se acercó al burro. ¡En lo que éste llevaba de vida era la primera vez que alguien se le acercaba!
Muy contento, el burro le habló al caballo con voz entrecortada por la agitación:
“¡Eh tú, hermano…!” Estas palabras no pudieron ser peor elegidas. El caballo se sintió ofendido por eso de “hermano”. ¿Cómo un burro de carga osaba llamarlo hermano a él?
Después de todo, era el caballo que había llevado sobre sus monturas de cuero repujado al príncipe de la comarca. El caballo le dijo esto, a lo que el burro contestó:
- “Caballo: es curioso que menciones al príncipe. Por que también yo trabajo para él. Si no llevo esta carga a su palacio seré castigado”.
Agotado como nunca el burro agotado se animó a pedirle un favor muy razonable:
- “¿Caballo, qué tal si, por el bien de la comarca y por lo tanto de ambos, te doy la mitad de mi carga? Llegaríamos más rápido al castillo que ya no está tan lejos. ¿Ves? Desde aquí se distingue el mirador. Para tus espaldas jóvenes no será gran cosa, y para las mías, viejas y cansadas, será un gran alivio librarme de la mitad “.
El caballo abrió la bocaza y dejó escapar de entre sus dientes una mezcla de relincho y risotada. Le dijo al burro:
- ¿Llevar YO la mitad de TU carga? YO no soy tu amigo. ¿Qué puede importarme que estés cansado?
El burro ya sin poder mover las patas le imploró con los ojos. Entonces, el cruel caballo le dijo:
- “A asno lerdo, arriero loco”, y le dio, con sus propias riendas, un sonoro latigazo en las ancas.
Esto fue demasiado para el pobre burro, que cayó desfallecido en medio del camino. Primero, el caballo lo miró sin impresión alguna. Pero se alarmó cuando los soldados, que desde el mirador lo habían visto todo se acercaron. Viendo al burro desmayado, cargaron el lomo del caballo con los paquetes. El caballo quiso protestar, pero el más rudo de los soldados le dio un latigazo en las ancas mientras le decía:
- “A asno lerdo, arriero loco”. Y el caballo tuvo que soportar la carga entera, así como también que lo llamaran asno.
Moraleja:
“La dejo a su criterio, jajaja
Me duele como se toma el tema de la infertilidad, con mi esposo no somos infértiles, solo tenemos un problema para poder engendrar un hijo de manera biológica y necesitamos toda la ayuda que nos pueda brindar la ciencia; pero también reconozco que dar ese primer paso es muy difícil.
Por eso esta etapa comienza con esta fábula en especial y no otra, por que en nuestra historia familiar nosotros somos el burro, con nuestra carga de dolor, tristeza, frustración, cansancio y esperanza...
Ante mi punto de vista, que es mío y particular, considero que la sociedad es la que es infértil, la que tiene el alma tan seca que no permite el crecimiento de nada, aquella que no permite una ley que reconozca que si no se puede engendrar hay una enfermedad; así sea física o del alma, si, esa que no tiene causa aparente. La mayoría de la gente no comprende todo lo que conlleva esta situación, como se dejan de hacer un montón de actividades para juntar ese dinero y destinarlo al “fondo económico pro-hijo”, entonces de manera hueca te sugieren que adoptes, como si esa fuera la solución a todos los males; pero cada ser humano que tiene la suerte de ser único e irrepetible puede decidir bajo que circunstancias adoptar o realizar algún tratamiento, eso igual sigue siendo una decisión muy personal.
(...)
Una vez alguien me pregunto por que las mujeres somos así, de esa manera. Por qué somos tan distintas y tan iguales... Por que podíamos seguir cuando ya no teníamos fuerzas. Y llegue a la conclusión que somos los seres más perfectos y a la vez imperfectos que existen, somos tenaces y perseverantes, dulces y al mismo tiempo amarga, podemos ser lo que queremos y luchamos por eso.
(...)
Podemos ser malabaristas y realizar un montón de cosas al mismo tiempo, podemos ser administradoras, enfermeras, secretarias, amantes, podemos ser todo o casi todo, pero muchas como yo, no podemos ser madres y eso por sobre todas las cosas nos vuelve luchadoras.
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