Hubo una vez un burro que llevaba una carga más pesada que la de ningún otro burro de la historia animal. El pobre traía sobre su lomo más cosas de las que podía soportar: cajas, valijas, barriles, paquetes, sogas y un estuche que guardaba su diploma de “burro de carga”. Como los caminos por los que debía andar eran muy pedregosos, el paso irregular del burro hacía aún más pesado su fardo. Todo el equipaje se movía como un flan cada vez que pisaba una piedrita o saltaba a un costado para evitar otra.
¿Adónde llevaba el burro semejante equipaje?. Nadie lo sabía a ciencia cierta, por que con tal peso y a tal paso, nunca llegaba a destino. Así que las viejas de la comarca tejían todo tipo de suposiciones.
-“Va a vender sus trastos a la ciudad”, decía una. Y la otra:
- “Debe ser el burro del mercachifle de la aldea”.
El caso es que una vez un caballo que pastaba en uno de los caminos se acercó al burro. ¡En lo que éste llevaba de vida era la primera vez que alguien se le acercaba!
Muy contento, el burro le habló al caballo con voz entrecortada por la agitación:
“¡Eh tú, hermano…!” Estas palabras no pudieron ser peor elegidas. El caballo se sintió ofendido por eso de “hermano”. ¿Cómo un burro de carga osaba llamarlo hermano a él?
Después de todo, era el caballo que había llevado sobre sus monturas de cuero repujado al príncipe de la comarca. El caballo le dijo esto, a lo que el burro contestó:
- “Caballo: es curioso que menciones al príncipe. Por que también yo trabajo para él. Si no llevo esta carga a su palacio seré castigado”.
Agotado como nunca el burro agotado se animó a pedirle un favor muy razonable:
- “¿Caballo, qué tal si, por el bien de la comarca y por lo tanto de ambos, te doy la mitad de mi carga? Llegaríamos más rápido al castillo que ya no está tan lejos. ¿Ves? Desde aquí se distingue el mirador. Para tus espaldas jóvenes no será gran cosa, y para las mías, viejas y cansadas, será un gran alivio librarme de la mitad “.
El caballo abrió la bocaza y dejó escapar de entre sus dientes una mezcla de relincho y risotada. Le dijo al burro:
- ¿Llevar YO la mitad de TU carga? YO no soy tu amigo. ¿Qué puede importarme que estés cansado?
El burro ya sin poder mover las patas le imploró con los ojos. Entonces, el cruel caballo le dijo:
- “A asno lerdo, arriero loco”, y le dio, con sus propias riendas, un sonoro latigazo en las ancas.
Esto fue demasiado para el pobre burro, que cayó desfallecido en medio del camino. Primero, el caballo lo miró sin impresión alguna. Pero se alarmó cuando los soldados, que desde el mirador lo habían visto todo se acercaron. Viendo al burro desmayado, cargaron el lomo del caballo con los paquetes. El caballo quiso protestar, pero el más rudo de los soldados le dio un latigazo en las ancas mientras le decía:
- “A asno lerdo, arriero loco”. Y el caballo tuvo que soportar la carga entera, así como también que lo llamaran asno.
Moraleja:
“La dejo a su criterio, jajaja
Me duele como se toma el tema de la infertilidad, con mi esposo no somos infértiles, solo tenemos un problema para poder engendrar un hijo de manera biológica y necesitamos toda la ayuda que nos pueda brindar la ciencia; pero también reconozco que dar ese primer paso es muy difícil.
Por eso esta etapa comienza con esta fábula en especial y no otra, por que en nuestra historia familiar nosotros somos el burro, con nuestra carga de dolor, tristeza, frustración, cansancio y esperanza...
Ante mi punto de vista, que es mío y particular, considero que la sociedad es la que es infértil, la que tiene el alma tan seca que no permite el crecimiento de nada, aquella que no permite una ley que reconozca que si no se puede engendrar hay una enfermedad; así sea física o del alma, si, esa que no tiene causa aparente. La mayoría de la gente no comprende todo lo que conlleva esta situación, como se dejan de hacer un montón de actividades para juntar ese dinero y destinarlo al “fondo económico pro-hijo”, entonces de manera hueca te sugieren que adoptes, como si esa fuera la solución a todos los males; pero cada ser humano que tiene la suerte de ser único e irrepetible puede decidir bajo que circunstancias adoptar o realizar algún tratamiento, eso igual sigue siendo una decisión muy personal.
(...)
Una vez alguien me pregunto por que las mujeres somos así, de esa manera. Por qué somos tan distintas y tan iguales... Por que podíamos seguir cuando ya no teníamos fuerzas. Y llegue a la conclusión que somos los seres más perfectos y a la vez imperfectos que existen, somos tenaces y perseverantes, dulces y al mismo tiempo amarga, podemos ser lo que queremos y luchamos por eso.
(...)
Podemos ser malabaristas y realizar un montón de cosas al mismo tiempo, podemos ser administradoras, enfermeras, secretarias, amantes, podemos ser todo o casi todo, pero muchas como yo, no podemos ser madres y eso por sobre todas las cosas nos vuelve luchadoras.
Mara: Cuanto de verdad tienen las palabras que decis. Somos luchadoras por sobre todas las cosas. Una no sabe como despues de caidas y caidas nos volvemos a levantar. Debe ser que el sueño es muy fuerte muy desde adentro.
ResponderEliminarPor ahora no me toco escuchar que me dijeran que adopte, pero me encargo de decir que es una opcion que no manejamos. Que si no podemos tener hijos biologicos no vamos a tener. Aunque se uqe esto no es totalmente cierto por que no se que puede pasar en nuestros corazones de aca a un tiempo mas pero al menos me ahorro escuchar esa frase que tan livianamente te tira la gente que tiene 2 o 3 hijos biologicos y sin esfuerzo alguno!!!
Besos Mara y yo NO soy como el caballo, si te sirve te ayudo a llevar un poco de tu carga que obviamente tambien es la mia!
Mimí:
ResponderEliminarMuchas gracias!!!!!!!!!!!!
Por que como dicen por ahí, el dolor compartido, es menos doloroso.
Besos
Mara: Totalmente de acuerdo con vos. Una sociedad que ignora situaciones, que mira para otro lado, que es desconsiderada, dura, insensible y egoísta frente al sufrimiento ajeno, es infértil. Es algo así como "si no me toca a mí, no me importa". Y uno, como vos decís, no sólo carga con el sufrimiento de la infertilidad, sino también con la indiferencia de la gente que sólo mira su ombligo.
ResponderEliminarPor esto, las luchadoras tenemos una misión más: difundir información sobre la enfermedad, hacer conocer el sufrimiento, las expectativas, el dolor físico, los tratamientos, los gastos de tiempo y dinero que esto implica. Así, por lo menos, ya no pueden poner la ignorancia de pretexto.
Un beso grande!
Mara, te mando un abrazo inmenso y toda la esperanza de que finalmente van a llegar los hijos biológicos. No sabés todo lo que aprendemos al tener que transitar estos caminos tan difíciles, sé que es un consuelo tonto, pero te aseguro que después se capitaliza. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mara! El otro día te escribí pero me dio un error. No sé qué me anda pasando con esto de los comentarios. Y viste que da mucha fiaca volver a escribir. Con este tema, creo que tenés razón, que cada uno cuida su culo. Pero muchas veces me pregunto en cuántas otras cosas yo no seré igual que los que me ignoran a mi. Yo también estoy cuidando mi quintita. Y porque me afecta tanto es que me siento tan mal ante la mirada de los demás. No sé, tal vez yo era el caballo hasta que me pasaron el paquete (creo que nunca fui un monstruo, y trato de ser sensible a los problemas de los demás, pero viste que un poco uno aprende solamente cuando le pasa). Nos tocó ésta. A otros les tocan otras. A otros les tocan todas. Y uno (tal vez para sobrevivir) no se pone en el lugar de todos. Por eso rescato esto de explicar, promover, enseñar de qué se trata todo esto, para que los demás pueden meterse un poquiiiiito en nuestros zapatos, y tal vez así tener un poco más de empatía... Bueno, lindo cuentito, jejeje, lo tendríamos que llevar a TODA reunión social! Beso grande!
ResponderEliminarGracias por sus comentarios!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarHay que seguir insistiendo para que la gente trabaje un poco más la empatía hacia el otro; no solo es una tarea que parece difícil, es un emprendimiento titánico, pero a la arga va a dar buenos resultados.
Besos a todas
Hola Mara! admiro la capacidad que tenes de expresar MIS sentimientos, si los mios, aunque no me conoces siento exactamente lo que escribis. Yo tambien necesito toda la ayuda de la ciencia para tener un bebito pero tambien necesito dinero, y este se me hace mas dificil de conseguir. Que loco se necesita dinero para lograr un milagro. Todavia es mas dificil ante la incomprencion de todos, que como el caballo, no quieren hacer mas facil mi carga. Te dejo un besoo enorme y gracias por escribir, me hace muy bien leerte!!
ResponderEliminarPD: necesito pedirte un favor, decime que no con confianza si queres, me permitis copiar esta nota para pegarla en mi facebook? Me gustaria que mis contactos pudieran leer lo que vos tan bien escribiste. Espero tu respuesta para ver si me dejas. Besoos.